Demasiadas Notas Largas estropearán tu Embocadura
Uno de los principales obstáculos que tenemos muchos trompetistas a la hora de estudiar, es hacernos una buena rutina de estudio, y qué tipos de ejercicios nos pueden venir mejor o peor. Y frecuentemente tendemos a dar prioridad a unos ejercicios sobre otros, lo que nos lleva a practicarlos en exceso, y como en el caso que nos ocupa en este post, ocurre con las notas largas.
Las notas largas, o notas tenidas, son muy eficaces para ciertos objetivos concretos y para una parte fundamental a la hora de tocar que es el calentamiento, la puesta en marcha. Principalmente, los beneficios que aporta practicarlas se pueden resumir en los siguientes:
- Ayudan a centrar el sonido y a crear nuestra embocadura.
- Son la herramienta perfecta para trabajar el sonido y la potencia.
- Nos ayudan a calentar en el inicio de nuestra rutina, y a relajar los labios al final.
Pero todo en exceso es malo, incluso lo bueno. Entonces ¿qué ocurre si practico muchas notas largas?
Bueno, primero vamos a intentar definir lo que es el término «mucho». Yo particularmente pienso que estos ejercicios se deben practicar entre 15 y 20 minutos como mucho, contando con sus pequeños descansos y que el calentamiento del labio sea algo progresivo. Por lo tanto, todo lo que sobrepase ese tiempo, lo veo un pelín excesivo, y mucho más si practicas durante una hora lo mismo, que por sorprendente que parezca, hay personas que sí lo hacen.
Los principales perjuicios que pueden acarrearte a medio-largo plazo la práctica excesiva de notas tenidas son los siguientes:
- Rigidez en la embocadura
- Pérdida de flexibilidad
- No se desarrolla el fraseo ni las articulaciones
Una embocadura que sólo sea rígida, no es para nada conveniente, ya que te limitará mucho en tu técnica y tendrás problemas a la hora de interpretar canciones u obras complicadas, ya que podremos tocar quizás más fuerte y todo eso, pero no tendremos desarrollado todo lo demás.
De igual modo, si eres de las personas que comienzan a practicar con notas largas, pero además agudas, déjame decirte que te estás exponiendo a sufrir una lesión en tu embocadura o a adquirir un mal hábito que pueda producirte un cansancio prematuro.
De igual manera que si vas al gimnasio no empezarías a calentar levantando 40 o 50kg de peso, o si vas a correr no haces sprint directamente, para tocar la trompeta es igual, tienes que comenzar muy suave, poco a poco, y a medida que el propio cuerpo te vaya respondiendo, podrás ir aumentando la cantidad y complejidad de los ejercicios. Es así como irás desarrollando una resistencia positiva en tu embocadura.
Así que, en resumen, recuerda practicar las notas tenidas sólo en su justa medida, y tanto con ellas como con otros ejercicios que proporcionen rigidez como el ejercicio del lápiz, o el PETE, trabaja flexibilidad en contraposición para equilibrar. Esta idea forma parte de las 10 claves para mejorar en la trompeta de nuestro ebook, y si te interesa conocer las demás, puedes adquirirlo ahora mismo pinchando aquí
A continuación te dejo también con un vídeo que quizás pueda ayudarte a desarrollar o plantear tu propia rutina de estudio. Espero que te haya gustado este post, sí ha sido así, espero que lo compartas con tus amigos 🙂
Nos vemos en el próximo, ¡un abrazo!